La decisión de compra no está escrita en piedra
Aunque muchos consumidores llegan al punto de venta con una marca en mente, una gran parte está abierta al cambio.
Según un estudio de Chicago Booth School of Business (“Consumer Decision-Making in Retail Environments”), el 60% modifica su intención de compra inicial después de interactuar con un promotor.
Esta estadística revela una oportunidad enorme: el punto de venta no solo convierte, también persuade.
¿Cómo logran los promotores cambiar la intención de compra?
- Recomendaciones personalizadas: Adaptan el mensaje a las necesidades reales del cliente.
- Demostraciones de producto: Hacen tangible el beneficio, generando confianza.
- Énfasis en beneficios clave: Destacan lo que realmente importa para ese consumidor (ecología, eficacia, precio…).
Ejemplo real: cambiar de detergente en dos minutos
Imaginemos a un cliente en El Corte Inglés, dispuesto a comprar su marca habitual de detergente.
Un promotor le explica que otro producto:
- Es más ecológico.
- Ofrece mayor rendimiento.
- Es hipoalergénico y más respetuoso con la piel.
Resultado: el cliente cambia su decisión y prueba una nueva marca.
La clave no es solo el discurso. Es la ejecución
En TEMA Promotion formamos a cada promotor en profundidad, pero además marcamos la diferencia con algo único: supervisamos presencialmente cada campaña en el mismo punto de venta, no solo a través de tecnología.
Esa presencia asegura coherencia, calidad y capacidad de reacción inmediata.
Y eso se nota en los resultados.
¿Qué consiguen las marcas con esto?
- Captación activa de nuevos clientes.
- Mayor rotación en tienda.
- Penetración en categorías altamente competitivas.
- Diferenciación frente a marcas con menos presencia activa.
Conclusión: influir justo antes de la decisión marca la diferencia
La intención de compra es moldeable. Con el mensaje, el perfil y la supervisión adecuados, puedes convertir un «quizá» en un «sí» rotundo.
En TEMA Promotion, llevamos más de tres décadas ayudando a marcas líderes a ganar en el momento más crítico: cuando el cliente tiene el producto en la mano, y aún puede cambiar de idea.
¿Estás listo para influir en el momento clave?