Dentro del mundo comercial, hay infinidad de ocasiones en las que se confunden a las personas que trabajan como azafatas con las personas que trabajan como promotoras, cuando en realidad son dos puestos de trabajo diferentes. Hoy vamos a intentar aclarar las diferencias entre azafatas y promotoras para que los dos términos queden claramente diferenciados.

Principales diferencias entre azafatas y promotoras

Son varias las diferencias entre azafatas y promotoras. Por un lado, las azafatas son contratadas para trabajar en congresos o convenciones. Su labor suele ser la recepción de los asistentes y, en la mayoría de las ocasiones. Por este motivo, es habitual que se les requiera el dominio de uno o varios idiomas aparte de la lengua materna, ya que es habitual la presencia de las azafatas en eventos con público internacional.

Por otro lado, el físico es muy importante en las azafatas. Estas son las representantes de la empresa para la que trabajan. También suelen contratarse en edades temprana, normalmente combinan el trabajo de azafata con los estudios universitarios.

Además de los aspectos físicos, para los puestos de trabajo de azafatas se buscan personas proactivas, con saber estar y grandes dotes de comunicación.

Por otro lado, las promotoras son personas a las que se las contrata para aumentar las ventas de un producto. Su función es más comercial y por ello su trabajo se realiza en centros o espacios comerciales. Para el puesto de promotora se da un valor menor al físico, aunque si es importante dar una buena imagen y tener un aspecto arreglado y uniformado, ya que también representa la imagen de la marca a la que representan.

En las promotoras también se da menos valor a la edad a la que se realiza la contratación, pero si se tiene muy en cuenta la experiencia dentro del sector. Además, una persona de una edad más afianzada aporta al producto que está promocionando credibilidad y fiabilidad.

Al igual que las azafatas, las promotoras deben ser proactivas, ya que tienen contacto directo con el cliente. Un carácter proactivo y una buena comunicación hacen que las ventas sean más satisfactorias.

Como podéis ver, son más las diferencias entre azafatas y promotoras que las similitudes, pero son puestos de trabajos muy cercanos entre ellos, necesarios y apasionantes. No olvidéis que la preparación y la motivación son lo más importante a la hora de optar a un trabajo, sea el que sea.

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