Uno de los perfiles laborales más demandados hoy día es el de comercial y, sin embargo, por contradictorio que parezca, este tipo de profesional es el más difícil de encontrar.
Las empresas han dado un giro de 180º en su forma de pensar y en su punto de mira, las fuerzas de venta se han convertido en el eje principal de su negocio y, por tanto, están volcando todo su esfuerzo e inversión en esta arma de ventas.
Esto, traducido en números, supone que, actualmente, del total de ofertas de empleo que existen en España, el 40% son para empleos de comerciales y, por consiguiente, la primera pregunta que se nos viene a la cabeza es… ¿por qué es entonces tan difícil encontrarlos?.
Se necesitan comerciales comprometidos
La respuesta a esta pregunta es inmediata y es que, en ese giro del que hablamos que han dado las empresas, también ha cambiado el tipo de comercial para las fuerzas de venta que se busca.
El comercial de antes era, sencillamente, un vendedor, un profesional con un modo de actuación marcado por un puesto jerárquico superior al suyo y que se limitaba a hacer una venta con, además, un denominador común, los comerciales de antaño solían “estar de paso”, era un trabajo de entretiempo a la espera de “algo mejor”.
En las fuerzas de venta de ahora se necesitan comerciales cuyo único fin no es la venta, es el asesoramiento al cliente y esto incluye conocer las técnicas de ventas, adoptar un proceso de negociación constante, toma de decisiones in situ, empatizar con las necesidades y una gran capacidad de análisis.
En definitiva, se necesitan comerciales para fuerzas de venta con vocación, amplia formación en su área y con el propósito y el compromiso de hacer de este perfil su carrera laboral.
Las fuerzas de venta buscan aptitudes
El comercial ha dejado de ser el paso final en una cadena de producción para convertirse en el eslabón principal, su figura representa a la empresa y adquiere el papel de interlocutor de esta y para ello, las marcas necesitan en sus fuerzas de venta a comerciales con grandes aptitudes donde la formación es fundamental para ello.
Las actitudes pasan, por tanto, a ser inherentes a la vocación de comercial y, en consecuencia, lo que ahora se busca es afinar aún más e ir directamente a la especialización.