Marketing no es sólo una marca y un mensaje. Marketing es todo lo que rodea al mensaje y de qué forma estos factores transmiten el mensaje y realizan un refuerzo en su significado. Uno de estos factores que rodean al mensaje son los sonidos. Sonido de fondo, música adherida a la campaña. En definitiva, el uso del sonido dentro del marketing, también llamado marketing auditivo.
Sobre el marketing auditivo
El marketing auditivo ha estado ahí en muchísimos más proyectos publicitarios de los que podríamos recordar. Hacemos de la música, las melodías, algo inherente a nuestra vida, a nuestro día a día. Hay música por todos lados y, si no está fuera, son muchas las veces que tenemos una canción pegadiza en nuestra cabeza durante horas.
La música, los sonidos y las melodías crean emociones en los potenciales clientes que deriva en un vínculo y una asociación de esa emoción con la marca. Mediante la música, la marca puede relajarnos o puede activarnos incluso ponernos melancólicos. La permeabilidad sensitiva del ser humano a nivel de audición es realmente efectiva, lo que convierte al marketing auditivo en un gran pilar del marketing.
Marketing auditivo como identificación de la marca
Además de provocar emociones, el marketing auditivo tiene otro punto fuerte dentro de la publicidad: su uso como elemento identificativo de la marca. El sonido debe integrarse dentro del marketing de la marca, es más, debe integrarse dentro de la imagen de marca. Estamos hablando, sobre todo, de los logos con audio. Logos como EA Sport, Skoda, Mercadona, Audi y Mastercard entre otros.
Estos logos con sonido no tratan de instaurar una melodía de fondo ni de asociar una música a los anuncios de la marca. Se trata de que al escuchar un sonido recuerdes automáticamente la marca.
Que las personas jueguen a adivinar la marca a partir de los sonidos o que cuando vean la publicidad reproduzcan el sonido a la perfección.
Objetivo cumplido, la imagen de la marca ha entrado dentro de los consumidores
Otro ejemplo ilustrativo de marketing auditivo son los anuncios televisivos de Estrella Damm, que durante varios años pusieron de moda canciones para el verano a partir de sus anuncios, usándolos como banda sonora de las historias que se contaban en ellos. Con estas canciones en sus anuncios, la marca transmitía alegría y frescura, buscando una asociación con su cerveza.
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